cuando no puedo hablarle a nadie
cuando no puedo herir a nadie
con palabras filosas y recién vomitadas
escribo cuando no puedo someter
a nadie
a los gritos de parto
del alma
los demás gritan porque nadie escucha:
prostituir las orejas al mejor postor
de nada sirve sin un intérprete...
como los de piano:
que realmente toque tus pensamientos
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